lunes, 8 de abril de 2013

Todos con Chipre

La situación de Chipre preocupa por sus posibles efectos en el resto de la eurozona, pero lo realmente alarmante es que se haya torturado financieramente de manera experimental a un pequeño estado para ensayar modelos de rescate para países y entidades financieras. No está bien utilizar de cobayas a tus semejantes. Primero se anunciaron quitas para todos los depósitos, luego se cerraron los bancos, después se reculó y se asignaron las pérdidas sólo a los depósitos mayores de 100.000 euros, más tarde se volvieron a abrir los bancos pero se instauró un corralito para que los ciudadanos no saquen sus ahorros. El miedo de la población y el problema económico es ahora mayor que antes de hacer nada, sin embargo muchos políticos se felicitan y presumen de que parte del modelo utilizado en Chipre servirá de base para futuros rescates.   

Para justificar el sacrificio acusan al país de ser un paraíso fiscal donde se blanqueaba dinero ruso. En Luxemburgo, Holanda e Irlanda, tres estados de la eurozona, hay más dinero extranjero buscando una fiscalidad favorable que en Chipre, pero nadie habla de ellos. Es sorprendente la capacidad de los políticos para encontrar razones que sirvan de pretexto para cometer abusos impunemente. Está claro que lo de las armas de destrucción masiva de Irak no fue un caso aislado. Cuando hablan de España dicen que hay demasiada fiesta, excesiva siesta y que vivimos por encima de nuestras posibilidades. Lo peor de todo es que con esos simples argumentos convencen a muchos de nosotros y legitiman su tiranía. Hacen falta muchas reformas para recuperar la competitividad perdida, pero las recetas que obligan a implantar no son las que más convienen al paciente, sino al prescriptor.

Las pérdidas en el sistema financiero chipriota las provocó la quita de 2012 a la deuda pública griega, donde los bancos del país tenían mucho dinero invertido debido a su proximidad y relación comercial. En otras palabras, el origen de sus problemas fue una decisión política tomada por la Troika. Si Angela Merkel fuese la canciller de la eurozona y no sólo de Alemania, jamás se habría cometido este abuso en Chipre y los rescates de estados en dificultades no habrían sido tan dañinos para las economías asistidas. Una unión política eliminaría de raíz los motivos de los gobernantes para defender los intereses de unos ciudadanos frente a otros y solventaría rápidamente los defectos de nacimiento de la unión monetaria. Por otro lado, un gobierno democrático europeo reduciría el beneficio económico y político de innumerables lobbies y otros grupos de presión que campan a sus anchas por Bruselas.


Reforma financiera

El método utilizado para recapitalizar los bancos sin utilizar dinero del contribuyente es adecuado, pero la forma en que los políticos lo han acordado e implantado no lo es.

En la primera publicación del blog (año 2010) propuse:

"El proceso de recapitalización ordenada debe respetar rigurosamente el orden de prelación de pagos y se haría en dos rondas:
- Primero, los inversores de bonos subordinados se harían con el 99% del capital social reduciendo el nominal de sus bonos en el importe necesario para reestablecer el capital necesario. Si no hubiese importe suficiente pasaríamos a la segunda ronda.
- En la segunda ronda, los inversores senior, los depositantes (en la cantidad que excede los 100.000 euros por titular garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos) el Fondo de Garantía de Depósitos (por el importe de los depósitos avalados) y el estado (por las emisiones avaladas) se harían prorrata según el nominal con el 99% del capital social reduciendo el nominal de sus bonos en el importe necesario para reestablecer el capital necesario. Habrá importe suficiente porque una entidad no puede perder más importe que el total de activos (siempre que el supervisor vigile y regule adecuadamente los apalancamientos de las inversiones y los avales concedidos). "

La primera ronda es lo que se está haciendo en 2013 con las preferentes y deuda subordinada de Bankia, Catalunya Banc, Banco de Valencia y Novacaixagalicia. La segunda ronda es lo que se pretende hacer con las dos principales entidades financieras del país. Sin embargo, para que los riesgos asumidos por los inversores de deuda y grandes depositantes no sean mayores de los que deben ser, tienen que cumplirse los siguientes requisitos:

1) Deben decidir los nuevos accionistas (antiguos acreedores), no los políticos. En el caso chipriota los políticos han decidido liquidar la segunda entidad del país (banco malo) y traspasar determinados activos al Banco de Chipre sin el consentimiento de los dueños de las entidades.

2) No se cierran los bancos ni se crea un corralito. Esto perjudica a todos (clientes, acreedores, accionistas y actividad económica).

3) No se exigen condiciones porque no hay rescate externo.

Veámoslo con un ejemplo. Si alguien tiene 500.000 euros depositados en una entidad que necesita capitalizarse en segunda ronda, de la noche a la mañana pasaría a poseer un paquete acciones del banco recapitalizado en vez de parte de sus ahorros. Pongamos que la entidad estaba muy mal y que requiere la conversión del 50% de la deuda senior y de los depósitos de más de 100.000 euros. En tal caso, a esa persona le corresponderían 300.000 euros en depósitos (100.000 garantizados más el 50% de los otros 400.000) y 200.000 euros en acciones. Su dinero estaría a su disposición para ser retirado en cualquier momento y las acciones las podría vender cuando quisiese. El primer día probablemente valdrán menos de lo que le han costado pero más adelante, si la entidad vuelve a ser rentable, el valor de las acciones podrá ser muy superior a los 200.000 euros porque la mayoría de las pérdidas las absorbieron los antiguos accionistas y acreedores subordinados.

Como en todo, lo más importante está en los incentivos. ¿Qué supone este tipo de reestructuración?

1) Los antiguos accionistas pierden casi todo lo invertido. Pierden la propiedad de la entidad.
2) El cambio de dueños provocará un cambio de los directivos.
3) Los inversores de deuda y grandes depositantes contribuyen a la recapitalización manteniendo el mayor valor posible para su dinero. Esto es muy importante para que se siga prestando dinero a las entidades financieras a un tipo de interés bajo y éstas puedan dar créditos a un tipo razonable a los particulares y empresas.
4) El contribuyente no tiene que arriesgar ni un euro.
5) Los políticos no tienen que intervenir.

El mejor sistema de recapitalización de entidades financieras es aquel que no se utilizará nunca o casi nunca porque los accionistas y directivos harán todo lo posible para evitarlo. Una vez puesto a salvo el dinero público y clarificado qué riesgo asume cada tipo de inversor, saldrían beneficiadas todas las partes. Los bancos se podrán financiar barato porque el riesgo asumido por los acreedores sería menor que el actual, no haría falta exigir unos ratios de capital elevados y se podrían destinar esos recursos (exceso de capital y financiación) a dar crédito a familias y empresas.

La buena noticia es que detrás de cada ensayo y error se avanza. La mala, malísima, que con ello echamos por tierra el bienestar de un millón de chipriotas que no tienen fuerza para defenderse en Bruselas. Por ello, debemos darles nuestro apoyo. Todos con Chipre.






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