lunes, 25 de junio de 2012

No es un problema de números

110.000 millones para Grecia, 85.000 millones para Irlanda, 78.000 millones para Portugal, 130.000 millones más para Grecia, 440.000 para el fondo de rescate europeo, 100.000 millones para la banca española. Estos son los principales acuerdos alcanzados por los gobiernos europeos hasta la fecha. El viernes pasado, los lideres de los cuatro países más grandes de la eurozona anunciaron otra cifra más: 130.000 millones para un plan de crecimiento. ¿Las medidas económicas a poner en marcha con ese dinero? No las han pensado porque creen que es lo de menos.


Los estados de la zona euro llevan paseando la chequera más de dos años. ¿Qué han conseguido? Han logrado que la economía de la zona euro entre en recesión, que crezca el paro, que disminuya la inversión, que los ciudadanos saquen el dinero de los bancos, que nadie compre deuda pública de ciertos países.  ¿Qué habrían conseguido multiplicando por diez esas cifras? Lo mismo.



Las soluciones más extendidas son los eurobonos, avales europeos, fondo de garantía de depósitos común, control eficaz de las cuentas públicas, unión fiscal, unión política... ¿Cuántos miles de millones de euros hacen falta para conseguir estos objetivos? ¿por qué tiramos el dinero?


Estamos ante una crisis de credibilidad en las instituciones que regulan el funcionamiento de la moneda única. La eurozona está recesión porque los ciudadanos no confiamos en la utilidad y eficacia de las reglas que se crearon para organizar el funcionamiento de la divisa común. No hay que responsabilizar a terceros de los problemas de diseño del euro. Economías como la estadounidense o la británica, con más endeudamiento y desequilibrios comerciales más graves, están en mucho mejor situación que la unión monetaria.


Lo mismo ocurre con la regulación del sistema financiero. La credibilidad de las entidades en  los mercados no se consigue inyectando capital, sino modificando su normativa para evitar que se asuman excesivos riesgos y para permitir que las entidades generen ingresos dando crédito a la economía real para pagar sus deudas. Los números de España para capitalizar las entidades son: 20.600 millones del FROB, 54.000 millones del primer decreto de Guindos, 30.000 millones del segundo y 64.000 millones de Oliver Wynman y Ronald Berger. 


Dejo el vídeo "The six killer apps of prosperity" (inglés con subtítulos en español) donde el historiador económico Niall Fergurson explica brillantemente por qué occidente se desarrolló mucho más rápido que el resto del mundo desde el año 1500 al 2000. ¿Qué había en occidente que no tenía el resto del mundo que justifique esa diferencia? Había instituciones, leyes y normas inventadas con sentido.

Para recuperar el crecimiento económico sólo tenemos que mejorar las leyes que regulan el euro y el sistema financiero y dotar a las instituciones de los medios necesarios garantizar su cumplimiento.

2 comentarios:

  1. Puede competir una empresa que cumple los derechos de sus trabajadores con otra que los trata como casi esclavos?Pues no,esa es la diferencia entre capitalismo salvaje y comunismo.Por eso occidente se levanto más de prisa.Y cuando empezamos a vivir bien los obreros occidentales nos dedicamos a vivir y proghresar de explotar a los trabajadores chinos que nos hacían los productos a precio de ganga.El problema es que ahora ellos quieren tambien ir en coche al trabajo ya veremos como nos va en el futuro cuando no tengamos a quien esclavizar los occidentales.

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  2. Que hay que mejorar? Que medios hay que dotar? Alguna propuesta?

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